martes, 9 de junio de 2015

Un Hombre sin Suerte

Un hombre de 35 años de edad, solo en un bar. Su única compañía era un vaso y una botella. Tenía una cara triste, como si lo hubieran dejado… Luego de un largo tiempo decide marcharse del bar, y comienza una caminata hacia su casa, masomenos por la mitad del recorrido comienza a llover, muy fuerte. Y empiezan a aparecer muchas personas con paraguas. Este hombre, saca su paraguas y sigue caminando, pensando en que es lo que podría hacer para levantar su ánimo. Mientras más pasaba el tiempo, más gente pasaba. Yo no sé si fue el destino o quizás una simple coincidencia, pero este hombre se choca con una mujer de aproximadamente su misma edad. Se piden disculpas, y comienzan a mirarse, el hombre la invita una bebida en un lugar de por ahí, y ella acepta. Las horas pasaban y ellos charlaba. Masomenos a las 2 o 3 de la mañana se fueron del bar de la mano… En la noche del día siguiente, estaba el hombre nuevamente en el bar. Con la misma cara de la noche anterior. Pero esta vez estaba También el cantinero.
Éste le pregunta.
-¿Que pasa amigo, todos los días con la misma cara?
Y el hombre contesta, medio desanimado. “Es que todos los días me enamoro de la mujer equivocada”.

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