sábado, 5 de diciembre de 2015

Un Destino Asegurado

“ Es fácil usar un arma, y es fácil saber disparar, lo único difícil es aprender a matar. Nunca hay que pensar, solo tenes que apretar. Porque si en verdad se lo merece en poco tiempo lo vas a olvidar”     Solo eso nos hacían recordar, y solo eso era en lo que podíamos pensar. Había mas balas que agua en todo el mar, que pasaban despiadada mente atravesando todo a su paso. Provocando tremendo dolor ellas pasaban, algunas se frenaban y otras arrasaban con aquellos cuerpos a los que encontraban. En medio del tiroteo me encontraba yo tirado en una trinchera que yo mismo había armado. No me podía mover ni tampoco retroceder, porque lamentablemente mi vida desgraciada mente era algo que estaba destinado a perder.
 “El dolor es un sentimiento , hasta que se hace realidad. La realidad es un pensamiento , hasta que la comienzas a aceptar”   Esa es mi frase que le deje a mi familia cuando me fui a la guerra, para que se hagan la cabeza de que seguro no iba a volver. Lo cual así fue y si que me arrepiento, lastima que me obligaron y tuve que ir sin mi consentimiento.

jueves, 3 de diciembre de 2015

La Maldad de la Conciencia

Era un llanto insufrible aquel que logre escuchar, pero no mire atrás, seguí corriendo; yo soy el único que contaré esta historia. Eso era lo que pensaba mientras escuchaba a todos mis compañeros sufrir por detrás. Aquellas personas se creían dioses, con sus armas de fuego y su caballería, era imposibles vencerlos. Apenas los vi  sabía que algo tramaban , pero no logré hacer nada y ahora soy uno de los últimos.  corriendo de un lado al otro para encontrar un buen escondite y poder descansar un poco. Nos cazaban como animales, se llamaban a ellos mismos superiores a nosotros, sin conocer todas nuestras extraordinarias culturas. Todas nuestras creencias y nuestras sabiduría. Cientos de muertos ya me he cruzado mientras huyo de aquel terrible destino, el cansancio que yo tenía era imposible de explicar. Apenas sentía las piernas ya nada podía frenarme, hasta que la vi. Tirada en el suelo ensangrentada  y con agujeros en su pecho, y me vencí ya nada podía hacer no tenía adonde ir ni donde esconderme, lo único que tenía era unos asesinos crueles y despiadados corriéndome con bestias nacidas del infierno que nunca se cansaban y un arma superior a la nuestra que imponía mucho terror tanto para mi como para todos aquellos que la padecieron. Y entonces comencé a titubear, cuando me di cuenta ya estaba en el suelo junto a un montón de muertos con mi misma suerte; al voltear mi cabeza logré verla a ella devuelta pero esta vez parada , de pie me miraba con tristeza y sufrimiento mientras seguía corriendo. Y entonces comprendí, lo que en verdad yo había visto tirado en el suelo yo solo me lo había imaginado aquel ser destructivo y diabólico que habita dentro de mi me hizo ver aquello inexistente para que yo me rinda y me frene, y lo logró, me venció y ahora ya nada puedo hacer tan solo mirar el cielo... por una última vez.

La trágica historia de aquel pobre inocente



“Sentado en aquel banco comprendí, ella no me deseaba a mi; no quería ni le interesaba, por lo menos por ahora, lo que yo sentía. Hace ya 3 horas espero su llegada, pero ella no aparece. Aquel dolor de una esperanza quebrada de quedarse en la duda si después ya no hay nada, que te deja sentado sufriendo en el mundo; mientras ella vive en el inframundo. Y bue por ahora esperare no tengo otra opción hoy no es mi día, se ve. Lo único que puedo hacer es esperar su llegada en este banco de cemento, tirado de costado, sufriendo sin descanso hasta que logre cerrar los ojos; y al abrirlos ver a aquellos que me mandaron allí como unas simples hormigas. Y poder sentir al fin lo que es vivir después de la vida sin molestias ni presiones y al fin sin obligaciones poder descansar y pensar en todas mis ilusiones”